El 13 de diciembre de 2009 entró en servicio el primer tramo de la línea 9 del metro de Barcelona. Aunque se trataba de una mínima parte de un ambicioso proyecto -tan solo cinco de las 39 estaciones planificadas- suponía la puesta en marcha en la península ibérica del primer metro automático sin conductor.
En este artículo, que figura en la revista CARRIL 70, se describen los diferentes elementos que hacen posible este tipo de funcionamiento de la que está llamada a ser la línea automática sin conductor más larga de Europa.
En la foto: Vista de la zona frontal del tren. La no existencia de cabina posibilita la observación continua del trazado por parte de los viajeros, estando además permanentemente iluminado. Foto Miguel Ángel Urballa, 1-11-2011.